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Desde 1995 ha publicado más de medio centenar de libros para las principales editoriales españolas en los que nos ha dado muestra de sus muchos intereses: álbumes, narrativa adulta e infantil, cómics, storyboards... Ha fundado su propia editorial, Tatanka y sus originales, que podéis ver y comprar en su página web, han sido expuestos en museos y galerías, incluso americanas.
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Ilustración con la que Tomás Hijo participó en la exposición
colectiva sobre The book of life, la película de animación de
Guillermo del Toro, en la prestigiosa Nucleus Gallery de Alhambra
(California, EEUU).
Además de su trabajo como ilustrador, escritor, editor, cineasta en su juventud aunque hoy en día no quede ni rastro de ello en la red, Tomás Hijo también es docente de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, en la que entre otras materias, enseña ilustración.
Muchísimas gracias por dejarnos conocerte un poquito más.
Ilustración perteneciente a
Leyendas, milagros y rumores extrordinarios de la ciudad de Salamanca.
Tomás Hijo (autor e ilustrador)
Amarú, 2003.
¿Cuál es el primer libro que recuerda?
Me gustaría destacar dos. En el apartado escolar, Charolín y Mediasuela, un libro de lecturas maniqueo que contaba aventuras protagonizadas por zapatos (dividía el mundo entre zapatos de punta roma, los majos, y zapatos de punta aguda, más chungos). El otro es Óscar, espía atómico, el primer libro que recuerdo haber leído de forma autónoma. Trataba de un niño y una oca que se metían en una trama de espionaje nuclear en un entorno que ahora recuerdo como un Barrio Sésamo bastante cañí.
¿Cuál es el último libro que ha comprado?
Adventure Time. The art of Ooo, un volumen mastodóntico y maravilloso en el que se explica el desarrollo visual de una de las serie de televisión más gloriosas de la eternidad: Hora de aventuras.
El ratón más listo del mundo en: Cosas de coches.
Tomás Hijo (autor e ilustrador)
Tatanka, 2010
Párrafos ninguno. Frases sí, y algunos poemas:
Bretaña es una tierra peñascosa por el lado del mar, pero se abre en grandes planicies y alegres oteros por dónde se une a Francia...Es el principio de Las crónicas del sochantre, de Álvaro Cunqueiro, uno de mis libros favoritos. También te podría recitar malamente algún poema de Quevedo, alguno de Borges y bastantes citas del Quijote.
Ilustración perteneciente a Lazarillo de Tormes.
Carlos Blanco (autor)
Tatanka, 2012
¿De cuál de sus obras se considera más orgulloso y por qué?
Si hablamos de las obras escritas e ilustradas por mí, de Leyendas de Salamanca, un libro que me parece bastante redondo y que lleva años recibiendo el afecto de los lectores y dándome alegrías. En cuanto a las obras solamente ilustradas, me satisface especialmente el trabajo que hice para Retahílas de cielo y tierra, de Gianni Rodari (editado por SM). Ahí creo que hay una gráfica honrada, sencilla y que plantea unos juegos interesantes.
Ilustraciones pertenecientes a Retahílas de cielo y tierra.
Gianni Rodari (autor).
SM, 2014.
La envidia que tengo a los maestros. Cada vez que veo algo que nunca he hecho, siento la necesidad de hacerlo mío. La satisfacción de conseguirlo. El silencio mental que se consigue al concentrarse sobre el tablero. La gente estupenda del mundillo.
¿Cómo es su rutina de trabajo?
Necesito mucho tiempo seguido y sin interrupciones. Si tengo que hacer varias cosas a lo largo del día fuera de casa, ni me pongo. Aprovecho para visitar a los amigos o pasear. Eso sí, cuando tengo a tiro una mañana, una tarde o (oh, fortuna) un día entero disponible, me agarro al tablero sin rituales previos, sin rutinas de ningún tipo, simplemente con la idea de “hacer kilómetros”. Lo único que necesito es un podcast suficientemente extravagante.
Ilustración pertenecientes a Niños raros.
Raúl Vacas (autor)
SM, 2011.
¿Cuál es la diferencia entre un buen libro y un mal libro?
Para mí, un libro bueno tiene que tener dos cosas: una identidad clara (la “voz”, tan traída y llevada; llamémoslo “talento”, aunque no es exactamente eso) y una buena técnica (narrativa, gráfica). No creo que la espontaneidad sea el camino. Hay un mensaje flotando por ahí que dice: sé tú mismo, eso es suficiente. Pues no, quien no ha leído mucho, no ha visto mucha ilustración, no ha leído cómo otros hacen lo que hacen y no se ha dejado la piel en el intento, sólo puede producir mediocridad. Hay alguna excepción, claro, pero me parece preocupante la falta de preparación (y no hablo de academicismo) de quienes se lanzan a hacer cosas sin saber. Recibo muchos libros cada mes llenos de faltas de ortografía, mal redactados, ilustrados de una forma que carece de toda conciencia conceptual y plástica… Este trabajo es difícil y duro, sólo con esa idea se pueden hacer las cosas bien.
¿Cómo es el estilo que desearía tener?
Me podría conformar con variaciones sobre el estilo que desarrollo ahora en mi obra gráfica de grabado. Podría dedicarme durante mucho tiempo a mejorar y perfeccionar lo que estoy haciendo ahora (puede verse en www.tomashijo.com).
Que abra ventanas. Que no acorrale. Que aporte luz.
Ilustración para El secreto del huevo azul.
Catalina González Villar (autora)
SM, 2012
¿Por qué eligió la ilustración como medio personal?
Por una necesidad que no sabría explicar ni definir. De hecho, en muchos momentos la corriente me ha llevado en otras direcciones, pero siempre he vuelto. No lo sé.
Con Mike Mignola, el creador del universo Hellboy. Con Guillermo del Toro. Con la gente maravillosa de Weta.
Hellboy, 2014
¿Con qué autor del pasado le gustaría colaborar?
Con Luis Buñuel.
Estoy haciendo (¡primicia!) un Mapa-bestiario con el escritor Jesús Callejo que va a ser una barbaridad.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
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